jueves, 26 de septiembre de 2019

Saliendo de la pesadilla de la fascitis plantar

Como os conté en el último artículo, estaba con problemas en la rodilla y se me ocurrió cambiar la pisada. No sé de qué forma cambié la pisada que me he destrozado el pie. En un primer momento, aunque dejó de dolerme la rodilla, el tobillo, una parte en la que jamás había tenido problemas, se me puso fatal. Además de este problema comencé a tener problemas en el talón. No sabía qué ocurría. Como es habitual, esperé un tiempo a ver si mejoraba, pero estaba mal. Me dolía al conducir, cuando apoyaba el talón; me dolía al andar y me dolía al quedarme de pie.