jueves, 26 de septiembre de 2019

Saliendo de la pesadilla de la fascitis plantar

Como os conté en el último artículo, estaba con problemas en la rodilla y se me ocurrió cambiar la pisada. No sé de qué forma cambié la pisada que me he destrozado el pie. En un primer momento, aunque dejó de dolerme la rodilla, el tobillo, una parte en la que jamás había tenido problemas, se me puso fatal. Además de este problema comencé a tener problemas en el talón. No sabía qué ocurría. Como es habitual, esperé un tiempo a ver si mejoraba, pero estaba mal. Me dolía al conducir, cuando apoyaba el talón; me dolía al andar y me dolía al quedarme de pie.


Me di cuenta de que la lesión era más seria de lo que pensaba. Paré de correr y terminé yendo al médico. Este me mandó al especialista. Me explicó que padecía una fascitis plantar. Me pasó unas pastillas antiinflamatorias, unas sesiones de fisioterapia y comentó cómo hacer algunos estiramientos.

Tomé los medicamentos, continué sin correr durante dos meses y viendo que no acababa de recuperar comencé con la fisioterapia.

Lo he pasado bastante mal. Desde la frustración de no haber podido correr y haber perdido la forma, hasta mucha ansiedad por tener que quedarme en casa cuando me apetecía  hacer deporte. Tan solo daba algunos paseos en bicicleta, ya que, por suerte, no me molestaba.

Ahora, varios meses después de haber empezado a sentir los problemas, el dolor ha bajado mucho, aunque no ha desaparecido.

Esta semana he arriesgado y he salido dos días a correr. Afortunadamente no he sentido nada de dolor. Creo que puedo volver a correr, pese a que lo haga con miedo.

Siempre, después de haber corrido, me aplico mucho hielo y crema antiinflamatoria. Estoy muy motivado porque parece que puedo volver a correr. Espero que si aumento la intensidad no vuelva el dolor.

Por momentos he pensado que no iba a poder continuar. He leído que en algunas ocasiones la fascitis plantar es crónica. Ahora empiezo a ver la luz al final del túnel. Finalmente, el que quería que fuese mi mejor año, se ha convertido en un año en blanco, con mucha frustración pero también, con algunas enseñanzas importantes de las que os hablaré en el próximo artículo.



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