jueves, 12 de abril de 2018

Mi entrenamiento para mi última 21k

Acabo de participar en la Rio City Half Marathon 2018. He cumplido mi objetivo de terminarla sin problemas, aunque no he podido bajar de 2 horas.

Os voy a explicar cómo ha sido el entrenamiento que he realizado.

Todo empezó durante mi periodo de vacaciones. Por cuestiones de trabajo durante la mitad del año no puedo entrenar mucho. El año pasado mi nivel fue decayendo progresivamente. Esto me irritó bastante. Por suerte, aproveché que llegado noviembre vuelvo a tener bastante tiempo libre hasta febrero. Entonces, me lo tomé en serio y recuperé un gran estado de forma. De hecho, el mejor de los últimos años. Ha sido sorprendente, circuitos por los que solía entrenar, en círculo o línea recta, los hice por duplicado, algo que nunca había conseguido antes. De este modo, decidí inscribirme en una carrera que se realizaba justo al final de mis vacaciones. Pensaba que era una oportunidad única para bajar de los 50 min en 10 kilómetros, y así fue.


El buen resultado de esa primera carrera de este año me dio confianza y me hizo decidirme a participar de nuevo en una prueba de 21km.

El entrenamiento para esta lo basé en una tirada larga de 1:30 cada final de semana. Creo que esa ha sido la clave, pues durante unos tres meses no he fallado ni un solo día. Y uno o dos días de entrenamiento entre semana, normalmente fue uno por falta de tiempo. Pero para compensar la falta de frecuencia corría casi una hora.

Mi cálculo fue el siguiente, un poco arriesgado: si consigo hacer 1 hora y 30 min (15km) con holgura, el día de la carrera, conseguiré hacer 6 más y llegaré a la meta sin problemas. Y, a diferencia de lo planeado el año pasado, esta vez sí ha dado resultado. Obvio que ha sido un resultado que me ha permitido llegar a meta, no realizar un gran tiempo, pero el objetivo está cumplido. También creo que ha sido importante haber participado en dos carrera de diez kilómetros antes, esto me ayudó a fortalecer los músculos de las piernas. La intensidad de ambas, especialmente la última, pues se realizó dos semanas antes de la media maratón.

La semana anterior a la carrera hice una tirada larga de 1 hora y 30 min, no terminé muy cansado, y dos días después conseguí correr 1 hora y 15 min sin grandes problemas. A partir de ese momento sentí que había alcanzado el nivel que esperaba, comencé a creer en mis posibilidades y todo ha salido según lo previsto.

En la próxima de 21k el objetivo será bajar de las 2 horas, para ello, necesitaré un plan de entrenamiento más intenso, pero seguro que lo conseguiré. Este año estoy más en forma que el anterior, pero menos que el siguiente.

Ahora, a seguir entrenando. Mi estado de forma determinará cuáles serán los siguientes retos.


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